Elaboración
El cultivo:
Las pequeñas extensiones de olivares que siglo tras siglo han heredado las familias de nuestra zona proveen de aceitunas a la cooperativa olivarera. Estas familias realizan con especial mimo y dedicación las labores agrícolas necesarias para obtener un fruto de alta calidad.
Estos olivos de sierra, robustos y grandes, son capaces de resistir la dureza climatológica y la singularidad orográfica de la Subbética. Todo ello hace que su recolección sea más laboriosa y menos mecanizada. Además, estas características hacen que la producción sea más reducida, pero su sabor es más intenso y el fruto más cuidado. Por lo tanto, es determinante de la calidad, del sabor y de las propiedades de nuestros zumos de oliva.
La producción:
Una vez recogida la aceituna (entre los meses de noviembre y enero-febrero, generalmente) se lleva a la almazara, en nuestro caso, a la Cooperativa Nuestra Señora del Carmen, de Zamoranos (Priego de Córdoba). Ésta es una pequeña sociedad constituida a mediados del siglo pasado por vecinos de esta aldea de Priego de Córdoba unidos por la necesidad común de molturar sus aceitunas para extraer el aceite de oliva que usarían para el autoconsumo.
La producción de aceite se realiza en unas infraestructuras renovadas hace menos de una década mediante procedimientos físicos y mecánicos. El mismo día que la aceituna ha sido recogida se moltura y a continuación, se extrae el aceite de la primera prensada en frío. Le sigue el proceso de filtrado y decantado, en nuestro caso, es un decantado natural. Finalmente, el envasado, que por lo general, se realiza bajo demanda, preservando mejor todas sus propiedades.
Todos estos ingredientes hacen que podamos llevar a tu mesa un aceite de oliva con la categoría de virgen extra de máxima calidad manteniendo el sabor de la tradición y siendo sostenibles con el entorno.